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Sábado, 16 de febrero de 2019

Y por lo del juicio a los golpistas catalanes me pongo a releer los imprescindibles diarios (los repaso a cada rato no hay nada mejor para preservar la salud mental) de Victor Klemperer. Y encuentro esto tan maravilloso y tan acertado y recomendable.

“Si alguna vez se diera la vuelta a la tortilla y el destino de los vencidos estuviera en mis manos, yo dejaría en libertad a toda la gente común y corriente e incluso a algunos de los jefes, que tal vez tenían buena intención y no sabían lo que hacían. Pero a los intelectuales los colgaría a todos, y a los profesores universitarios un metro más alto que a los demás; y tendrían que seguir colgados de las farolas todo el tiempo que permitiera la higiene”.

Cada vez que leo esta joya del sentido común pienso en la enorme cantidad de intelectuales, artistas y profesores universitarios cubanos que habría que colgar si algún día se diera la vuelta a la tortilla. Ellos han facilitado la coartada moral y literaria (y hasta los pegajosos estribillos) a los asesinos. Sin esa coartada el crimen sería mucho más difícil o sería tal vez imposible.

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© Juan Abreu, 2006-2019