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Miércoles, 20 de noviembre de 2018

Voy al mercado y compro unas cerezas y pregunto a mis verduleras de dónde son las cerezas y me dicen argentinas papi están muy ricas, pruébalas. Las pruebo. Qué ricas. Para estar en contra de la globalización hay que ser subnormal. Pero. El problema es que España está llena de subnormales. Es algo evidente véase los cinco millones de subnormales que votan a PODEMOS. A eso súmese dos millones o más de subnormales que votan a partidos golpistas, separatistas y ladrones dícese catalanistas gente superior o andalucistas patria querida. Súmese. Y aún faltan los subnormales que votan al PNV y otras subsidiarias etarras y los subnormales, digamos, ordinarios o corrientes y televidentes, que son legión. Súmese.

Y ahora que lo pienso no he contado a los millones de subnormales que siguen votando al PP y al PSOE después de cuarenta años de traición continua del PP y el PSOE a los ciudadanos libres e iguales españoles, años en los que gracias al PP y al PSOE la democracia española se ha convertido en una casa de Putas del Partido. Súmese.

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© Juan Abreu, 2006-2019