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Domingo, 21 de octubre de 2018

El perrito puede empobrecer tu vida sexual, deben saberlo. A veces estoy en el sofá y me saco la polla y ante tamaña y esplendorosa visión la diosa reacciona de la única manera posible para una mujer sana y mujer y en sus cabales como se dice y entonces, justo cuando la diosa inicia las maniobras de aproximación, salta el perrito curioso a ver qué es aquello tieso y ya incluso babosillo y cimbreante y se arruina todo. Yo como es lógico suelto airado una imprecación y me guardo a toda velocidad la polla porque bestialismo sí que no y la diosa se ríe y la risa le sale ya pegajosa y yo amenazo al maldito perro con mandarlo a China país de salvajes que comen perros. Pero lo digo en broma, naturalmente.

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© Juan Abreu, 2006-2019