Juan Abreu
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Domingo, 27 de mayo de 2018
Los días ventosos como el de hoy hacen crecer una hierba y apenas abro los ojos la veo agitarse al pie de la cama y en el lomo de los perros y en las almohadas y hasta en sus ojos. Es una hierba que a veces al darle el sol se torna morada y engaña porque el morado es un color tierno el color de las gráciles venillas de las tetas maternas. Suelo tenderme sobre esa hierba los días ventosos y desasosiega y entristece.
Y como si esto fuera poco lo primero que veo en el periódico es al escritor Coetzee hablando chorradas del idioma inglés. Vamos Coetzee, anímate y escribe en algún dialecto horrísono del país donde naciste: afrikáner, zulú, tsonga, xhosa, tienes donde escoger.
No soporto a Elizabeth Costello esa vieja chocha que les puedo decir.
