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Jueves, 24 de mayo de 2018

Ha muerto Posada Carriles, soldado de los cubanos libres. No han abundado estos soldados, a partir de que los Castro y sus esbirros aplastaron la rebelión de los primeros años. Rebelión armada, se entiende, la única útil contra los Castro. Hombres como Posada Carriles, Tony Cuesta, Eduardo Arocena y un puñado más, lo entendieron y lo que es más admirable e importante, dedicaron su vida a ello. Rodeados casi siempre por la indiferencia de un exilio culogordo, llorica y bullanguero que más que exilio era y es una intolerable e incesante cháchara. Posada Carriles supo, y por ello era el mayor enemigo del castrismo, que si el castrismo mata a uno de los tuyos tú debes matar a dos de los suyos y ese es el único intercambio y el único diálogo posible con el dictador y sus esbirros.

Ahora saldrán los cobardes y los infames a tratar de empañar su memoria. ¿Pero cómo hacer caso a gente que se vende por un viaje, una puesta en escena, la publicación de un librito o por una enorme polla negra?

Ha muerto Posada Carriles, ya no hay cubanos así.


Fotografía de © Delio Regueral

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