Juan Abreu
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Martes, 20 de marzo de 2018
Y ya que estoy con Putin y los rusos, voy y echo un vistazo a mi libro preferido sobre las heroicidades rusas y las heroicidades de ciertos literatos rusos.
“Mijaíl Shólojov y Vasili Grossman escribieron cuentos y relatos virulentos destinados a aumentar el odio soviético por todo lo que fuera alemán. Pero fue Ilya Ehrenburg quien ocupó un lugar especial en el corazón de los soldados soviéticos. Sus cantos en Krasnaya Zvezda, se publicaron y divulgaron con tanta frecuencia que la mayoría de los soldados se los sabían de memoria”.
Los alemanes no son seres humanos. De ahora en adelante la palabra alemán es la peor maldición imaginable. No nos pongamos nerviosos. Matemos. Si no matas al menos un alemán al día , has perdido ese día…Si no puedes matar tu alemán con una bala, mátale con tu bayoneta. Si matas a un alemán, mata otro – no hay nada tan gozoso como un montón de cadáveres alemanes.
“A menudo se ha señalado que semejante propaganda fue la causa principal de la orgía de exterminio que tuvo lugar en cuanto el Ejército Rojo pisó suelo alemán.”
Allá en la isla pavorosa se idolatraba mucho al tal Ehrenburg. A mí siempre me pareció un canalla siniestro un oportunista un payaso un mentiroso y un escritor espantoso, amén de un poeta tan llorica y ridículo que produce vergüenza ajena.
