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Sábado, 3 de febrero de 2018

La mayoría moral española de los chochos augustos y los hipócritas de las tertulias españolas han declarado la guerra a las azafatas. ¡Qué humillación! Claman las legiones de chochos augustos y los hipócritas del coro que se han pasado toda la vida mirándole el culo a las azafatas. ¡Qué ignominia las azafatas! ¡Prohíbanlas inmediatamente! ¡Qué horror! Veo en TVE a una que conduce un noticiario, joven, esbelta y cara de revista de colorines, horrorizada con las, según ella, mujeres floreros azafatas. ¿Alguien ha visto alguna vez en TVE a una presentadora de noticiario gorda vieja y fea?

¿Pero cómo es posible? Con la langosta a medio comer, desde sus confortables pisos o desde sus sillones bien pagados en las televisiones. ¡Intolerable! ¡Machismo! ¡Patriarcado! Pero. ¿Van a contratar ellas a las azafatas que pierden sus puestos de trabajo? ¿Les van a pagar el alquiler, la comida, la electricidad? ¿Van a mantener a sus hijos? O todo se limitará a cobrar por celebrar que echen a esas muchachas a la calle en nombre de su imbecilidad matriarcal y mamalona e hipócrita, y por seguir servilmente a las hordas de chochos augustos que ya amenazan con contaminar todo goce, toda alegría, toda señal de libertad y vida con sus rumiantes imbecilidades.

¡Dejen en paz a las azafatas!

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© Juan Abreu, 2006-2019