3482

Sábado, 20 de enero de 2018

Como no acaban de llegar las medidas de pito no ofensivas para el género femenino y admisibles para Oprah y su Corte de Chochos Augustos, y mi angustia va en aumento, estoy empezando a considerar el cambio de sexo. Sí, ya sé. Parece una reacción exagerada. Pero. Nadie me negará que tener pito en el mundo que viene, que ya se vislumbra, un mundo cuyas normas de convivencia genérica las dictará Oprah y su Corte de Chochos Augustos, ser hombre se hará cuesta arriba, como se dice. Una operación, unas hormonas para que me crezcan las tetas un poco más (ya me han crecido bastante en los últimos años), una peluca (ya yo no tengo pelo para otra cosa) una depilación laser general y asunto resuelto. De todas formas, ahora que lo pienso, mi afición por las lesbianas siempre, en el fondo, ha sido deseo de ser una de ellas, siempre las he envidiado he de ser sincero. Pensaba terminar mi vida como hombre trisexual, que es lo que me considero actualmente, pero tampoco estará tan mal vivir el tiempo que me quede como mujer y como lesbiana. ¿No? Con lo que me gustan los chochos. ¡Será el paraíso!

Comentarios

© Juan Abreu, 2006-2019