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Jueves, 18 de enero de 2018

Y como parece que van (otra vez) a por la cabeza de Woody Allen, esto de la gran Camille Paglia tan necesario en tiempos tan infantiloides, hipócritas y estúpidos como los que vivimos:

“Woody Allen es un artista. ¿Ante quién tiene que presentar su responsabilidad última? Desde el Romanticismo, hemos esperado que el artista no celebre a Dios, el rey, la familia y los valores establecidos, sino que rompa los tabúes, que explore su yo más profundo y más socialmente prohibido. Aunque sus últimas películas han sido más flojas, Allen es uno de los analistas básicos de los modales de América contemporánea y de la experiencia sexual. Es indignante que terapeutas, mirones y lumbreras de cualquier ralea hayan utilizado esta dolorosa crisis para adoptar poses de superioridad moral respecto a él. (…) Este abuso provincial norteamericano de los artistas debe cesar. Ni el arte ni los artistas se conformarán nunca al decoro burgués o a limpios códigos morales. La originalidad es por definición irreverente”.

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© Juan Abreu, 2006-2019