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Sábado, 2 de diciembre de 2017

Esto, sobre nadar, que era una actividad muy importante para Kafka (me entero). Kafka es todavía un niño en la página 187 eso es lo bueno de los libros con miles de páginas que hay tiempo y espacio y la narración avanza casi al ritmo de la vida un ritmo algo acuático ahora que lo pienso:

“Nadar es una experiencia arcaica, que apela a estructuras vivenciales extraordinariamente profundas y predominantemente inconscientes: un intenso, múltiple y aún así fácilmente alcanzable estado de excepción física y mental, comparable tan sólo a la sexualidad. Nadar es ante todo flotar, y por tanto, para los seres vivos que no pueden volar, la única posibilidad de liberar por un tiempo al propio cuerpo de la fuerza de la gravedad terrestre.”

Y mientras leo (ya unas cuantas páginas más allá) anochece, y levanto la mirada y veo cómo sucede y de pronto sin venir a cuento dice mi cerebro la noche cae inteligentemente y no sé lo qué quiere decir con eso de la noche cae inteligentemente pero lo anoto aquí de todas formas.

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© Juan Abreu, 2006-2019