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Lunes, 27 de noviembre de 2017

Todo es carne (físico) no sé por qué cuesta tanto trabajo entender esto. No hay nada fuera de la carne (de lo físico). Ya sea en su versión eléctrica sináptica química etcétera o en su versión células, carbono, glucosa, proteínas, aminoácidos, etcétera. He escrito bastante sobre el asunto cuando escribo de sexo como es lógico porque me he propuesto desmoralizar el sexo y hacerlo lo que es: una actividad alimenticia y lúdica como comer o beber una actividad fisiológica como mear o cagar actividades tan necesarias y placenteras. Sin embargo el personal humano en general se obstina en reducir lo sexual (¡lo físico!) a una segunda categoría por detrás de lo llamado espiritual (que no es más que una invención de nuestro cerebro) y por detrás de el amor, que no es más que un acontecimiento químico, un producto de la carne (de lo físico) a fin de cuentas. Todo es carne. Y tu éxtasis cuando te la chupan o tu adoración por el olor del coño de alguien es el amor y el espíritu tanto como lo es mirar embelesado sus ojos y lo que sientas estando enamorado. Todo es carne, ya no tengo manera de decirlo.

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© Juan Abreu, 2006-2019