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Viernes, 24 de noviembre de 2017

Ayer, qué gran noche, encuentro un western ¡de siete horas! Muy bien escrito y filmado además, casi hermoso a veces los jinetes en las planicies doradas y el polvoriento patio donde una mujer bellísima alza un rifle como el instrumento sexual que es (no se ve lo suficiente en los western este tipo de cosas). Todo me recuerda los crueles ambientes y los personajes ríspidos, sexuales y atormentados de Oakley Hall, lo que aumenta considerablemente mi disfrute.

Imaginen la escena, que se repetirá hoy: yo bien comido y bebido instalado en el sofá la manta sobre las piernas el perrito la cabeza en mi muslo y afuera por la ventana la noche como un hierbazal. Y ahí enfrente diciéndome entra muchacho entra un western musculoso ondulado violento y veraz con su héroe atormentado y su bellísima ramera y todo. ¿Quién dijo que la felicidad es difícil, quién?

Hablo de Godless y se las recomiendo mucho.

Almudena, amiga, toma nota.

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© Juan Abreu, 2006-2019