3422

Martes, 21 de noviembre de 2017

Al amanecer mientras estaba aún inmerso en los rituales del despertar (cada día que pasa los necesito más para entrar en el día), pensé en la impostura en que se convierte la vida cuando la madre muere. Yo he escrito y pintado sobre todo escrito para sobrellevar las cosas pero lo de esa impostura lo he percibido siempre al fondo de mi vida, en cada acto, como si lo que soy existiera sobre un espacio hueco y en cada momento de lucidez (lo otro es inercia ¿no?) el espacio hueco se hacía sentir con gran intensidad y lo que he hecho (lo comprendí claramente hoy al amanecer) es escribir libros y ponerme de pie sobre ellos para que el espacio hueco ese no me tragara; y así han ido pasando los años y la vida desde.

Comentarios

© Juan Abreu, 2006-2019