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18 de septiembre de 2017

Cuando llegué a Cataluña vi que todo el mundo era ferozmente antifranquista, y me pareció bien, el dictador y asesino Franco, claro. Pero después me puse a leer y según la Historia los catalanes fueron bastante franquistas y además se beneficiaron mucho de la dictadura franquista, grandes negocios y mucho dinero hicieron los burgueses catalanes y los industriales catalanes etcétera con Franco. Y entonces ya todo me empezó a parecer un poco hipócrita y la pose antifranquista feroz de los catalanes, falsaria y oportunista. Los hechos son los hechos y la verdad es la verdad y hay que vivir con ella.

Por otro lado, ya que hablo de dictadores diré que todas las dictaduras son espantosas pero las de izquierda son mucho más espantosas que las de derecha. La diferencia entre las dictadura de derecha y la de izquierda, decía Reinaldo, es que en la de derecha te dan una patada en el culo y puedes gritar y en la de izquierda te dan la misma patada en el culo y tienes que aplaudir. Yo creo que existe otra diferencia muy importante. Los dictadores de derechas (como Franco o Pinochet) no odian a su país, y por lo tanto a pesar de sus crímenes, desean que sus países prosperen. Los dictadores de izquierdas por el contrario, odian su país, los Castro en Cuba son el mejor ejemplo. Y como lo odian, traen con ellos amén de los crímenes habituales, hambre, miseria y atraso y una degradación moral y un envilecimiento que acaban por destruir en el país que los sufre, toda humanidad.

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© Juan Abreu, 2006-2019