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29 de julio de 2017

Algún amigo que me quiere me dice que últimamente estoy un poco llorica, pesimista quiere decir y yo sé que me lo dice con buena intención. El optimismo está muy bien cotizado aunque carece absolutamente de fundamento y de razones. Yo no creo que esté más pesimista que de costumbre desde que abrí los ojos a la primera luz soy pesimista pero adorador de la alegría y el placer eso sí. Que lo que escribo ahora con mayor frecuencia al menos es un poco quejica y hasta triste a veces y que el estoicismo no me va mucho, es verdad. Pero yo soy un escritor y mi primera obligación es con la literatura. Y toda literatura, si es buena, es un lamento.

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© Juan Abreu, 2006-2019