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3 de julio de 2017

Ya estoy la verdad algo cansado de lo del orgullo gay o maricón yo prefiero decir maricón es una palabra que me gusta. No porque celebren los maricones, que está bien, bastante los han jodido históricamente, pero la cosa se está poniendo un poco antiestética. ¿No? Todos esos gordos hirsutos en tanga y con las tetas colgando, toda esa gente disfrazada de quién coño sabe qué. Toda esa gente cuyo único propósito parece ser mover el culo. ¿Hay que hacer todo ese ridículo porque a uno le gusten las pollas y use el culo para follar, preferentemente? Pregunto. Un poco de contención, niños. No hay que disfrazarse de payaso estrambótico ni convertir Madrid en un meadero gigante para celebrar la mariconidad. Arriba la mariconidad, de acuerdo. Pero menos payasadas. El orgullo gay no puede reducirse al orgullo de mover el culo en público.

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