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25 de junio de 2017

El agua tibia al fin y en pelotas como es costumbre nos metemos en el agua ya con el sol inclinándose y amo tu cuerpo gustoso. El día un líquido que se escurre y nos tumbamos a leer yo a Kertész y tú a Lanzmann qué gran pareja. Los perritos a cada lado cada vez más humanos aunque superiores en lo concerniente a la consciencia, sin consciencia qué mejor sería todo simplemente vivir, y el ser sólo en un segundo plano difuminado. Pero de lo que quería hablar es de nosotros juntos en el jardín de que alcé los ojos del libro y te miré y supe que si tú no estuvieras la muerte te llevara o algo así sería el fin del mundo y quién querría seguir viviendo en el fin del mundo.

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