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26 de mayo de 2017

Estoy en el tren voy al dentista y rodeado de gente escucho a la gente y comienzo a pensar en bombas de neutrones como es lógico. Lo del dentista explica mucho lo de los Castro en mi caso lo de por qué los odio tanto tiene que ver con mis muelas perdidas cómo condicionaron y siguen condicionando mi vida las muelas perdidas a causa de la malnutrición castrista y muchas de ellas también y sobre todo en los campos de caña del ejército obligatorio castrista donde además de lo del ejército estuve muchos meses trabajando como esclavo castrista en los campos de caña y para descansar un poco o para no pegarme un tiro o un machetazo iba al dentista y allí el joven dentista me sacaba las muelas (que de todas formas estaban arruinadas o un poco arruinadas pero había que sacarlas en cualquier caso pues en el dispensario que era una choza en pleno campo no había casi nada sólo lo necesario para sacar muelas ni electricidad había así que taladro para reparar las muelas ni hablar) y me dejaba un par de días o tres lo máximo que podía por ley para que descansara un poco del horror de los campos de caña, y también para tener con quien conversar de libros era un gran lector el joven dentista un muchacho esbelto y apuesto y hasta lindo que ahora que lo pienso quería probablemente que yo me lo follara pero yo que era bastante bruto y primitivo en aquella época no lo hice qué estúpido fui.

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