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New York (9)

El último día vamos al Museo de Historia Natural. Allí sigo la travesía del chimpancé y hasta de todo animalito con sumo interés. Paseando entre los fósiles ve uno claramente el férreo discurrir de la voluntad química y la ausencia de Dios, imaginativo pero nefasto invento del monito acoquinado y temeroso en las fauces del cada vez más ajeno e implacable mundo natural. Nuestro cerebro, por azar, creció y nos separó de la cómoda ignorancia, asúmalo de una vez nuestra especie atrapada en la indecisión, temerosa de abrazar su destino. Vencer la muerte es nuestro destino y la conquista de las galaxias abandonemos de una vez todo asunto que no concierna directamente a ese glorioso fin.

Esto lo pienso en la sala de meteoritos y entrando en la de los dinosaurios encuentro un fémur más grande que yo y ahí estoy un rato imaginándome tan formidable animal y pensando en cómo el pequeño mamífero que sobrevivió a la extinción de los dinosaurios una rata apenas ha desembocado en lo que somos y le hago una foto al fémur en cuestión. Todo tiene un aire antiguo en este museo un aire de asunto superado y cuando se instale definitivamente la realidad virtual este museo se convertirá en un fósil a su vez si no lo es ya.

Y a la salida hay tanta luz que apenas se puede caminar.

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© Juan Abreu, 2006-2019