2157

Termino los Diarios de Klemperer. Habría que hacerle un monumento a Klemperer. Tal vez exista pero la estupidez humana es tan grande que me temo que no. No suelen hacer monumentos a los seres humanos verdaderamente importantes para la especie sino a militares deportistas cantantes políticos y gente así. El pobre Klemperer al final tuvo la mala suerte de regresar a Dresde su ciudad y así pasar al territorio ocupado por los soviéticos y allí quedó bajo el horror comunista como antes estuvo bajo el horror nazi.

Pero en ambos horrores hizo su obra, que es lo importante.

Gracias señor Klemperer.

Comentarios

© Juan Abreu, 2006-2019