2059

Dormí solito anoche y uno se pregunta dónde están las amigas cuando una las necesita. Y como si fuera poco, una noche de esas de sueños vívidos y en ninguno de ellos me la chupaba Monica Bellucci. A mí que nadie me venga a decir que somos nuestro cerebro o que nuestro cerebro está de nuestra parte porque me le reiré en la cara. No sé el cerebro de ustedes pero el mío está en mi contra evidentemente.

Ayer el día entero pintando es lo que hago ahora ya hasta escribir estas emanaciones me parece una pérdida de tiempo todo lo que no sea pintar me parece una pérdida de tiempo ahora. Pinté el color rojo. Pinté un hombre solo. Pinté un arma. Pinté el bosque. Y pinté el horror como si fuera una esperanza la paz o como si el horror fuera el rostro amado o uno de esos paseos banales que uno da a veces al atardecer junto al mar.

Comentarios

© Juan Abreu, 2006-2019