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Londres

Ah, Londres, mi ciudad favorita. Desde la ventana del hotel la habitación amplia y blanca el Hyde Park a mis pies como se dice. Llegamos al anochecer y qué maravilla los taxis londinenses yo entro en ellos y ya me siento mejor más civilizado. Y la jerigonza inglesa tan superior y armoniosa. Debería ser obligatoria la jerigonza inglesa y debería prohibirse el resto de las jerigonzas que se hablan en el mundo que son a fin de cuentas residuales y si se viene a ver innecesarias y en algunos casos hasta dañinas para el aparato auditivo. Muy cerca del hotel está el Buckingham Palace pasamos por allí y al pasar pienso que dentro estará la vieja bruja es decir su majestad la reina haciéndole la paja a algún caballerizo u ocupada en alguna otra de esas actividades típicas de la realeza.

Hemos venido a Londres por venir a una gran ciudad Barcelona no es más que una ciudad provinciana una ciudad sin grandes museos no es más que provincia y siempre será provincia y foco de infección tribal. Y hemos venido naturalmente a ver en la Tate la exhibición de Dumas.

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© Juan Abreu, 2006-2019