2017

Me desperté a las cinco y fui al baño y el lomo de la ballena asomaba de la piscina del vecino. Me quedé mirándolo mientras meaba y comprendí que ya no pertenezco a ese mundo que algo ha cambiado y me ha hecho más débil que no otra cosa es el saber al contrario de lo que se afirma. Me salía un gran chorro cosa rara porque de un tiempo acá mear no es lo que era y entonces se alzó ella y me miró como yo solía mirar y sentí una enorme vergüenza la vergüenza del traidor y no pude soportarlo y cabizbajo regresé a la cama.

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© Juan Abreu, 2006-2019